Los niños con gastroenteritis aguda pueden tener episodios de diarrea frecuentes, que pueden estar acompañados de calambres abdominales, náuseas, vómitos y mareos.  Las diarreas y vómitos se deben por lo general, a la presencia de microorganismos en el tracto gastrointestinal: virus, bacterias y parásitos, entre otros.  Un niño con diarrea y vómitos frecuentes pierde fluidos esenciales y nutrientes que deben ser reemplazados de inmediato.  Su niño podría estar deshidratado si presenta los siguientes síntomas a saber:

• Resequedad en la boca y lengua
• Ojos hundidos
• Poco orinar
• Irritabilidad
• Pérdida de peso

Si su niño presenta alguno de estos síntomas debe visitar su pediatra cuanto antes y rehidratar a su niño de inmediato.

Si se trata de un infante debe reponer los líquidos poco a poco, 15 a 30 ml cada 5 a 10 minutos usando cucharaditas o gotero hasta que el infante deje de vomitar.  Si se suministra mucho líquido de golpe, produce distensión abdominal y podría empeorar los síntomas.  Si lacta a su bebé, continúe la lactancia alterando con Pedialyte.

Información: 
Lcda. Sonia García Esquilín
Nutricionista